domingo, 14 de junio de 2015





PAÍSES CON MÁS CENTRALES NUCLEARES EN EL 

MUNDO


1.       EE.UU: 100 centrales.
2.       Francia: 58 centrales.
3.       Japón: 48 centrales.
4.       Rusia: 33 centrales.
5.       Corea del Sur: 23 centrales.
6.       India: 21 centrales.
7.       Canadá: 19 centrales.
8.       Reino Unido: 16 centrales.
9.       Ucrania: 15 centrales.
10.   Suecia: 10 centrales.


España tiene 7 centrales nucleares 

mapa_espaniaAlmaraz IAlmaraz IITrilloJuzbadoSanta María de GAroñaAscó IAscó IIJosé CabreraEl CabrilVandellós IVandellós IICofrentesATC

Instalaciones nucleares:

España cuenta en la actualidad con distintas instalaciones nucleares que cubren el ciclo de combustible completo: ocho reactores nucleares, una fábrica de combustible nuclear de Juzbado (Salamanca) y un centro de almacenamiento de residuos radiactivos de baja y media actividad en El Cabril (Córdoba).
Actualmente se encuentra en construcción el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares de alta actividad en la localidad de Villar de Cañas (Cuenca). Esta instalación almacenará todo el combustible nuclear gastado del país en un único lugar. 

Reactores en operación:

En 2014 los siete reactores nucleares españoles actualmente en operación han producido 57.304,23 GWh, casi una quinta parte de la electricidad total del paísconcretamente el 20,48%. Su producción ha representado el 33,4% de la electricidad libre de emisiones de gases de efecto invernadero generada en España. Al igual que el año anterior, en 2014 la nuclear ha sido la fuente que más electricidad ha generado y la que más horas ha funcionado. 

Cese de actividad:

La central de Santa María de Garoña se encuentra parada desde el 16 de diciembre de 2012, y desde el 6 de julio de 2013 en situación administrativa de cese de actividad por razones ajenas a la seguridad nuclear y la protección radiológica.
Durante este tiempo, se ha mantenido la totalidad de la plantilla y se han continuado desarrollando las actividades necesarias para mantener la instalación en las mejores condiciones que garantizan su seguridad y su capacidad para volver a funcionar.

Centrales nucleares en desmantelamiento:

La central de Vandellós I cesó su actividad en 1989 y desde 2004 se encuentra en fase de latencia (periodo de espera de 25 años hasta que se realice el desmantelamiento completo). La central nuclear de José Cabrera, más conocida como Zorita, cesó su actividad el 30 de abril de 2006 y en la actualidad está en proceso de desmantelamiento. 

10 razones para ser nuclear

 1. Las centrales nucleares garantizan el suministro eléctrico
La energía nuclear es la fuente de energía que más horas funciona al año. Está disponible las 24 horas los 365 días al año y, de esta forma, asegura el abastecimiento eléctrico. Los siete reactores nucleares españoles en funcionamiento produjeron, en 2013, el 19,8% de la electricidad de forma segura, fiable, constante y limpia.
2. Reducen la dependencia exterior
España es un país que importa casi el 80% de las materias primas energéticas que consume, fundamentalmente petróleo y gas, una cifra muy por encima de la media europea. Aunque España importa el 100% del uranio, todo el abastecimiento de combustible nuclear en España se considera de carácter nacional. Ello se debe a que la seguridad de tener el combustible a disposición cuando se necesita, es comparable a la del combustible nacional, evitando la vulnerabilidad que se puede encontrar en otras materias primas.
3. No emiten CO2
La energía nuclear no emite gases ni partículas contaminantes a la atmósfera, por lo tanto, resulta clave para frenar el cambio climático. La energía nuclear es la única fuente disponible en la actualidad capaz de suministrar grandes cantidades de electricidad sin contaminar la atmósfera. Es parte de la solución al cambio climático.
4. Son seguras
Las centrales nucleares se diseñan de manera robusta y segura y se encuentran entre las instalaciones industriales mejor protegidas. Un organismo regulador independiente, el Consejo de Seguridad Nuclear que reporta al Congreso de los Diputados y al Senado, vela por su seguridad. Los reactores españoles se encuentran entre los mejores del mundo, según los indicadores de funcionamiento internacionales.
5. Capacidad industrial 
La industria nuclear española contribuye a la capacidad industrial del país. El sector nuclear español desarrolla, con la operación y mantenimiento del parque nuclear y la participación en programas internacionales, la capacidad adecuada y competitiva en todas las etapas del ciclo del combustible nuclear.
6. Mejora continua de la tecnología
La tecnología ha demostrado ser capaz de mantener operativos los reactores y de incluir las mejoras técnicas que se han ido desarrollando, haciendo posible una operación continua y segura gracias a una industria altamente cualificada. La tecnología nuclear no sólo se mantiene en nuestro país, sino que sigue desarrollándose para atender un mercado nuclear internacional imparable.
7. Generan empleo cualificado
Las centrales nucleares son fábricas de producción de electricidad y, al igual que otras instalaciones eléctricas, generan empleo y riqueza en su zona de influencia. Concretamente, en cada reactor trabajan unas 500 personas. El sector nuclear español emplea en la actualidad a unas 30.000 personas entre puestos directos e indirectos.
8. Existe una solución para los residuos
Los residuos radiactivos están controlados por una empresa pública creada a tal efecto, Enresa. En la actualidad, existe solución técnica para el almacenamiento temporal, la reutilización de los combustibles gastados y su disposición final. En España, los residuos radiactivos de alta actividad suponen menos de una milésima parte de todos los residuos tóxicos y peligrosos.
9. Hay un impulso nuclear mundial
Actualmente hay 437 reactores en 30 países que producen alrededor  del 15% de la electricidad mundial y 72 más están en construcción. Hay, al menos, 200 más planificados.La energía nuclear es una opción necesaria hoy en día y en el futuro para garantizar el respeto con el medio ambiente, la competitividad de la economía y el bienestar social.
10. Son necesarias

Las centrales nucleares garantizan el suministro eléctrico, frenan las emisiones contaminantes y reducen la dependencia exterior. La situación energética y medioambiental ha hecho que cada vez más voces entre los agentes sociales, representantes sindicales, cámaras de comercio, asociaciones empresariales, científicos y políticos de distintos signos, reconozcan la aportación nuclear y demanden establecer un debate sosegado, transparente y abierto sobre esta fuente de energía.

Seguridad

La seguridad nuclear es un ideal inalcanzable. Todos los reactores nucleares  tienen fallos de seguridad inherentes, que no pueden ser totalmente eliminados mediante programas de mejora.

Después del accidente nuclear ocurrido en Japón las centrales nucleares europeas están siendo sometidas a unas pruebas de resistencia, también conocidas como stress tests. Greenpeace considera que se están llevando a cabo sin el rigor, la independencia ni la transparencia necesaria. 

En España, las pruebas que se están realizando no contemplan evaluar la resistencia de las nucleares al impacto de aeronaves, lo que incumple el mandato del Congreso de los Diputados. Además, las pruebas de resistencia parecen haber sido diseñadas para que todas las centrales las aprueben sin problemas. Es el ejemplo de Garoña que ha aprobado el examen de resistencia sísmica, cuando no resistiría un terremoto como el ocurrido en la localidad murciana de Lorca en 2011.

Un accidente grave en un reactor nuclear puede llevar a liberaciones de radiactividad equivalentes a varias veces la que se produzco en la catástrofe de Chernóbil en 1986 o la de Fukushima en 2011. además de quedar demostrado que los accidentes nucleares se pueden producir en cualquier parte del mundo aproximadamente cada diez años

La ampliación de la vida de los reactores más allá de lo previsto en su diseño original conduce a la degradación de componentes críticos y al incremento de incidentes severos.

Además, la liberalización de los mercados eléctricos ha empujado a las empresas con centrales nucleares a disminuir las inversiones en seguridad.

Por otro lado, los desastres naturales y los impactos del cambio climático, tales como inundaciones, sequías extremas o aumento del nivel del mar incrementan seriamente el riesgo nuclear. Finalmente, los reactores nucleares corren el riesgo de sufrir un posible acto terrorista. Ante todos estos problemas, su cierre es la única solución aceptable.


Más información:
Pruebas de resistencia nucleares. Defectos, puntos flacos y autocomplacencia

Accidentes

Chernóbil en Ucrania , Fukushima en Japón, Three Mile Island en Estados Unidos, Vandellós en España. La corta historia de la energía nuclear está llena de accidentes nucleares.

La evidencia histórica demuestra que ha ocurrido un accidente nuclear grave aproximadamente una vez cada diez años.

El desastre nuclear de Fukushima (marzo de 2011) ha demostrado que la teoría de la industria nuclear sobre su seguridad es falsa. Debido a las emisiones de material radiactivo, grandes áreas de terreno han quedado inhabitables y 150.000 personas han tenido que abandonar sus casas. Ha supuesto la mayor emisión de material radiactivo al mar de la historia. El coste económico del accidente nuclear se estima en casi 500.000 millones de euros del que, en su mayoría, se ocupará el Gobierno japonés.

El accidente de Chernóbil (abril de 1986) ocasionó una fuga de radiactividad a gran escala. Contaminó enormes extensiones de terreno en toda Ucrania, Bielorrusia y Rusia. También afectó a amplias áreas de Europa y Asia. En 2011 un estudio llevado a cabo por Greenpeace mostró que los alimentos básicos cultivados en algunas zonas de Ucrania siguen contaminados 25 años después del accidente. La Academia de Ciencias rusa estima que solo en Bielorrusia, Rusia y Ucrania el accidente ha causado 200.000 muertes entre 1990 y 2004. Aún hoy miles de personas padecen enfermedades relacionadas con la radiación y los niños que viven en zonas contaminadas están afectados por graves problemas de salud.

En España, si bien no hemos sufrido accidentes de la envergadura de los anteriormente comentados, es necesario citar dos por su relevancia. De noviembre de 2007 a enero de 2008 la central nuclear de Ascó (Tarragona) liberó sin control partículas radiactivas altamente peligrosas al exterior. La central lo ocultó. El hecho se conoció el 5 de abril de 2008, cuando Greenpeace lo denunció públicamente tras recibir la alerta de algunos trabajadores de la central.

Todavía se desconoce la cantidad exacta de material radiactivo que se liberó y hay en marcha un proceso judicial en el que están imputados varios de los responsables de la central.

La noche del 19 de octubre de 1989, la central nuclear de Vandellós 1 (Tarragona) sufrió un incendio que afectó en cadena a un gran número de sistemas relacionados con la seguridad nuclear. Tras temerse lo peor, una serie de afortunadas circunstancias hizo que se pudiera evitar el escape radiactivo al exterior y llevar el reactor a parada fría. Vandellós 1 había estado solo 18 años en funcionamiento. Hasta 2028 no se iniciará la última fase de su desmantelamiento debido a los altos niveles de radiación en su interior. 

En España, en caso de accidente, la industria nuclear solo está obligada a responder por los daños causados hasta un máximo de 1.200 millones de euros. Esta es una cantidad claramente insuficiente a la vista de la experiencia. Greenpeace demanda al Gobierno que la responsabilidad civil nuclear sea ilimitada para que sean las empresas propietarias las que paguen los costes de los accidentes.

Residuos 

Greenpeace considera que debe existir un debate previo con amplia participación ciudadana para lograr un consenso social necesario y decidir qué hacer con los residuos nucleares que producen las nucleares. Sin embargo, el Gobierno anterior y el actual están impulsando aceleradamente la construcción de un gran almacén de residuos radiactivos sin contar con la ciudadanía.

Acción de Greenpeace contra los residuos nucleares
Las centrales nucleares producen residuos durante su funcionamiento. De forma irresponsable, la industria nuclear continúa produciéndolos sin haber encontrado ninguna solución satisfactoria para su gestión. Los residuos nucleares se mantienen radiactivos durante cientos de miles de años durante los cuales hay que almacenarlos y gestionarlos adecuadamente. 

Hasta los años 80 muchos países arrojaban los residuos al mar.Esta práctica fue prohibida, en parte gracias a la campaña de denuncia realizada por organizaciones ecologistas como Greenpeace.

Las soluciones que propone la industria nuclear actualmente son el enterramiento, el almacenamiento geológico profundo y el almacenamiento en superficie (en seco o en piscinas). Todos ellos pueden ser considerados como soluciones temporales, pues incluso el almacenamiento geológico profundo no ha conseguido demostrar que será capaz de albergar los residuos sin fugas radiactivas durante los miles de años que será necesario.

De todos los métodos que existen actualmente, el menos peligroso que Greenpeace considera aceptable como solución temporal para gestionar los residuos nucleares de las centrales españolas es la construcción de almacenes temporales individualizados (ATI) en seco (sin necesidad de usar un refrigerante líquido) y construidos junto al lugar en que los residuos nucleares se generan: las centrales nucleares.

La construcción de un ATI en cada central es más barato y seguro que la construcción de un gran almacén temporal centralizado (ATC), también conocido como cementerio nuclear, que están promoviendo el Gobierno y la industria nuclear sin ningún debate previo ni consenso social ni político. El coste de construir el ATC y de los transportes que serán necesarios (entre 600 y 1.000) es muy superior a los ATI. Además varias centrales nucleares lo tienen ya construido o lo van a construir en los próximos años. 

No hay ninguna necesidad ni urgencia para construir un cementerio nuclear. La industria nuclear está impulsando este proyecto para deshacerse de los residuos que ha producido sin tener una solución para ellos. Construyendo el ATC los residuos serán gestionados por la empresa de capital público ENRESA.

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